Riego: frecuente en primavera y verano, algo más escaso en otoño e invierno
Sustrato: ha de tener muy buen drenaje.
Trasplante: cada dos años, en primavera.
Abonado: se aconseja abonar una vez al mes durante los meses cálidos, usando abonos minerales o bien orgánicos (líquidos).
Poda: se pueden podar los tallos que hayan crecido demasiado, o bien cortar las puntas para hacerla más compacta, a finales del invierno.
Plagas: suele verse afectada por pulgones, cochinillas y ácaros. Para evitarlos, pulveriza de vez en cuando con un insecticida.
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